La temporada navideña es una época de alegría, reencuentros y, seamos sinceros, de excesos culinarios. Desde copiosas cenas de Nochebuena hasta esas exquisitas bandejas de dulces y brindis con bebidas espirituosas, las fiestas ponen a prueba no solo nuestra fuerza de voluntad, sino también la resistencia de nuestros órganos vitales, en especial, los riñones.
Los riñones cumplen una función de gran valor, y es que son los filtros maestros del cuerpo. Son responsables de eliminar desechos, regular el equilibrio de líquidos y electrolitos y controlar la presión arterial. Durante la Navidad, el aumento de sodio, azúcares, grasas y alcohol sobrecarga significativamente su trabajo, lo que podría causar retención de líquidos, picos de presión arterial y, en personas con enfermedad renal preexistente, complicaciones graves.
Es por ello que hoy se proporcionan algunos consejos que te permitirán disfrutar de las fiestas navideñas, sin comprometer la salud de tus riñones.
El enemigo silencioso: El sodio y la retención de líquidos
El sodio es un componente que siempre está presente en las comidas navideñas. Los jamones curados, los quesos fuertes, los aderezos prefabricados y los aperitivos salados están cargados de este mineral. Un exceso de sodio obliga a los riñones a retener más agua para diluirlo, lo que resulta en hinchazón, especialmente en manos y pies, y, más peligroso aún, en un aumento de la presión arterial.
Recomendaciones
- Moderación en la ingesta de productos curados. Limita las porciones de embutidos y quesos muy curados. Opta por proteínas frescas o asadas en lugar de procesadas.
- La regla del menos salado, más sabor. Sazona los platos en casa con hierbas frescas, como perejil, cilantro, romero y tomillo; especias como pimienta, pimentón; y cítricos como limón y naranja. Estos ingredientes van a ayudar a potenciar el sabor, sin depender tanto de la sal.
- Lee etiquetas. Si compras productos prefabricados, como salsas o algunos aderezos, opta por los artículos con la etiqueta bajo en sodio o sin sal añadida.
- Control de la sed. Es importante recordar que, si sientes sed, es un síntoma de deshidratación, y en estos casos, puede ser el resultado de una ingesta excesiva de sodio.
El desafío del alcohol y la hidratación
El alcohol es un poderoso diurético, es decir, que incrementa la producción de orina. Si bien esto puede parecer una limpieza para los riñones, la realidad es que provoca deshidratación. La deshidratación crónica o severa puede reducir el flujo sanguíneo a los riñones, disminuyendo su capacidad de filtrar eficientemente los desechos. Además, muchas bebidas alcohólicas, como ponches o cócteles, están cargadas de azúcares.
Recomendaciones
- Alterna el alcohol con agua. Por ejemplo, por cada copa de vino, cerveza o cóctel que consumas, bebe un vaso lleno de agua. Esto ayuda a mantener la hidratación y a limitar la ingesta total de alcohol.
- Opta por bebidas simples. Elige bebidas con menos azúcar, como vino tinto seco o una copa de licor combinada con agua con gas y limón, en lugar de cócteles azucarados o licores cremosos.
- El brindis inteligente. Evita el trago rápido y disfruta de tu bebida lentamente.
- Control del potasio en cerveza oscura. Las personas con enfermedad renal deben ser especialmente cautelosas con las cervezas oscuras o los vinos dulces, que pueden tener un contenido de potasio más alto, que puede acarrear consecuencias en su salud.
Cuidado con el azúcar y los postres navideños
La diabetes es la principal causa de enfermedad renal crónica. Un consumo excesivo de azúcares y carbohidratos refinados durante las fiestas puede llegar a provocar picos de glucosa en sangre que, a largo plazo, dañan los delicados filtros de los riñones. Los postres tradicionales son tentaciones difíciles de evitar.
Recomendaciones
- La regla del bocado único. No es necesario que te prives por completo de ese placer, pero sí puedes tener un poco de control, y probar solo un bocado pequeño de tu postre favorito y luego detente. Elige calidad sobre cantidad.
- Prefiere frutas frescas. Opta por opciones de postre basadas en frutas frescas, por ejemplo, una ensalada de frutas; este tipo de opciones aportan fibra y menos azúcar añadido. Pero, si ya tienes enfermedad renal, consulta qué frutas son bajas en potasio, como las manzanas y peras; y limita aquellas altas, como los cítricos, y por supuesto, el cambur.
- Postres caseros light. Si preparas postres en casa, reduce la cantidad de azúcar indicada en la receta o reemplázala por edulcorantes naturales; también puedes usar leche desnatada o alternativas vegetales en lugar de crema.
El exceso de proteína animal y el fósforo
Las proteínas de origen animal, como carnes rojas, aves y pescados, son esenciales, pero el exceso, especialmente de carnes rojas y grasas, impone una carga adicional de desechos nitrogenados que los riñones deben filtrar. Además, muchos alimentos proteicos son ricos en fósforo. Un exceso de fósforo no filtrado puede acumularse, debilitando los huesos y calcificando los vasos sanguíneos, lo que es peligroso para la salud cardiovascular.
Recomendaciones
- Elige proteínas magras. Prefiere el pavo, el pollo sin piel o el pescado a las carnes rojas o los patos muy grasos en las cenas principales.
- Controla la porción. Limita tu porción de proteína al tamaño de la palma de tu mano, sin contar los dedos. Llena el resto del plato con vegetales.
- Cuidado con las nueces y semillas. Los frutos secos navideños son ricos en fósforo. Si tienes enfermedad renal, consúmelos con extrema moderación o consulta a tu nefrólogo.
- Atención a los lácteos. La leche, los batidos y los quesos son ricos en fósforo. En su lugar, usa alternativas de arroz o avena.
Gestión de medicamentos y monitoreo
Para las personas que ya tienen una enfermedad renal crónica o que presentan condiciones de salud que representan factores de riesgo, como hipertensión o diabetes, deben prestar especial atención a la medicación y al monitoreo de sus síntomas.
- Especial atención a tus píldoras. Cumplir un horario estricto para tomar tus medicamentos, especialmente los antihipertensivos y los medicamentos para el control de la glucosa. Las celebraciones no deben ser una excusa para olvidar una dosis.
- Evita el estrés y la fatiga. El estrés crónico puede elevar la presión arterial. Planifica tu tiempo para evitar el apuro y asegúrate de descansar lo suficiente.
- Cuidado con los analgésicos (AINEs). Evita el uso rutinario de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), como el ibuprofeno, naproxeno o diclofenaco, especialmente si ya tienes una enfermedad renal crónica. Estos medicamentos pueden dañar directamente los riñones, sobre todo si estás deshidratado. Opta por el paracetamol (acetaminofén) bajo supervisión médica si necesitas alivio del dolor.
- Monitorea tu presión y peso. Si eres hipertenso o tienes una enfermedad renal crónica, usa las mañanas tranquilas para verificar tu presión arterial y pesarte. Un aumento de peso repentino puede indicar retención peligrosa de líquidos, y necesitarás consultar al médico.
El balance es la clave
La Navidad es una época para disfrutar, y las restricciones extremas pueden llegar a ser insostenibles y contraproducentes. La clave es el equilibrio y la planificación.
- Come antes de salir. Si vas a una fiesta, come una pequeña porción saludable en casa, como una ensalada o un puñado de vegetales. Esto te ayudará a no llegar con un hambre voraz que te empuje a comer en exceso.
- El plato inteligente. Cuando sirvas tu plato, aplica una valiosa regla:
- Mitad. Lleno de vegetales o ensalada.
- Un cuarto. Proteína magra.
- Un cuarto. Carbohidratos complejos, como papas asadas, arroz, legumbres.
- Prioriza el disfrute social. La Navidad se trata de la compañía. Céntrate en las conversaciones y la socialización en lugar de que la comida sea el evento principal.
La Navidad es un momento para la conexión, no para la culpa. La clave para unos riñones saludables en esta época reside en la conciencia y el balance. No se trata de prohibir, sino de elegir a favor de tu salud:
- Elige disfrutar la compañía más que la comida.
- Elige la moderación en lugar del exceso.
- Elige el agua en lugar de las bebidas azucaradas.
Al seguir estos sencillos, pero poderosos consejos, puedes garantizar que tus riñones sigan funcionando de manera óptima, y alcanzar el nuevo año con una salud renovada. ¡Felices fiestas y cuida tus riñones!
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