La sal es un condimento esencial en la mayoría de las cocinas del mundo, y ha sido considerada, durante mucho tiempo, como un elemento básico de nuestra dieta. Sin embargo, si consumes en exceso este mineral, con el avance del tiempo, tu cuerpo podrá desarrollar una serie de deficiencias para tu salud, en especial para tus riñones.
El exceso de Sal y los riñones
Los riñones son los órganos que se encargan de filtrar nuestra sangre, en el proceso se encargan de eliminar los desechos, también regulan el equilibrio de líquidos y electrolitos. Cuando consumimos sal en exceso, los riñones deben trabajar más para eliminar el exceso de sodio. Esta sobrecarga puede provocar algunos de estos síntomas.
- Hipertensión arterial. La presencia del sodio en el organismo, puede aumentar la retención de líquidos, lo que, a su vez, eleva la presión arterial. Es importante señalar que, si esta condición se mantiene por mucho tiempo, la hipertensión es, de acuerdo con los profesionales de la salud, una de las principales causas del desarrollo de una enfermedad renal crónica.
- Daño en los glomérulos. Los glomérulos son pequeñas unidades de filtración del riñón, y está conformado por una red de muchos pequeños vasos sanguíneos. El consumo de sodio en exceso puede dañar a los glomérulos, y así reducir su capacidad para filtrar la sangre, en otras palabras, los desechos de la sangre, tardarán más en ser expulsados del organismo.
- Retención de líquidos. Esto significa, que el organismo no tiene la capacidad de expulsar los líquidos de manera eficiente, y estos se acumularán en el cuerpo, ocasionando hinchazón en las piernas, los pies y los tobillos, y en muchos casos, dificultad para respirar.
¿Cuánta Sal debemos consumir?
La cantidad recomendada de sodio puede variar, esto va a depender de aspectos como, la edad y el estado de salud. No obstante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que, la mayoría de las personas deberían limitar su consumo a unos 2000 miligramos de sodio por día, es decir, una cucharadita de sal, que equivale a unos 5 gramos diarios.
Para los niños entre 2 y 15 años de edad, la OMS sugiere que la dosis sea ajustada en función de las necesidades energéticas de los pequeños. Esta dosificación te la podrá indicar tu médico de confianza.
Es importante tener en cuenta que la mayor parte del sodio en nuestra dieta proviene de alimentos procesados, como la comida rápida, las sopas enlatadas, los embutidos y los snacks salados. Por tal razón, los profesionales de la salud recomiendan que, al hacer tus compras, debes leer las etiquetas de los alimentos y elegir opciones bajas en sodio.
Vale mencionar, que la OMS señala que, toda la sal que utilices para tu consumo y el de tu familia, debe ser sal yodada, la cual es valiosa para el desarrollo del cerebro del feto y de los niños, así podrá optimizar las funciones mentales de cada miembro de tu familia.
Síntomas que indican problemas renales
La enfermedad renal es una condición que se desarrolla con el tiempo, pero, muchos de sus síntomas pueden aparecer gradualmente, por lo que, en muchos casos, pasan desapercibidos en las primeras etapas, y muchos pacientes renales conocen su delicado estado de salud, cuando la enfermedad ha avanzado de manera considerable. Algunos de los signos más comunes incluyen los siguientes síntomas.
- Cuando los riñones no funcionan de manera adecuada, y no eliminar los desechos del organismo, puede causar fatiga y debilidad.
- Hinchazón. La retención de líquidos puede provocar hinchazón en las manos, los pies y los tobillos.
- Orinar con frecuencia. Cuando los riñones presentan deficiencias, podrás notar visitas más seguidas al baño para orinar, en especial durante la noche.
- Orina espumosa. La proteína en la orina tiene la particularidad de hacer que luzca espumosa.
- Pérdida de apetito. Al no poder eliminar los desechos del organismo, la presencia de estas toxinas puede causar náuseas y pérdida de apetito a quien lo padece.
- Dolor de espalda. El dolor de espalda puede ser un signo de infección renal o de otros problemas renales.
Tratamientos para una buena salud renal
Ante la presencia de problemas renales, tu médico te recomendará un tratamiento personalizado, que incluirá algunos cambios en tu rutina diaria.
- Cambios en la dieta. La idea de estas modificaciones, es reducir el consumo de sal y otros alimentos que pueden dañar los riñones, tales como, las proteínas animales y el potasio.
- La ingesta de medicamentos adecuados, puede ayudar a controlar la presión arterial, reducir la inflamación y proteger los riñones. Recuerda que estos medicamentos deben ser recetados por un médico.
- Diálisis. Este es un tratamiento que es aplicado a aquellos pacientes cuyos riñones no funcionan correctamente, porque ayudará a eliminar, tanto los desechos del organismo, así como el exceso de líquido de la sangre.
- Trasplante de riñón. En los casos más graves, que son los pacientes con enfermedad renal en etapa terminal, los médicos señalan que un trasplante de riñón puede ser la mejor opción.
Prevención, la mejor medicina
Todos los profesionales de la salud van a señalar que, la mejor manera de proteger tus riñones, es tomar las medidas necesarias para prevenir la enfermedad renal. Además de reducir el consumo de sal, puedes tomar las siguientes medidas.
- Mantener un peso saludable. La obesidad es una condición que compromete la salud, y en el caso de los riñones, esta incrementa el riesgo de desarrollar enfermedad renal.
- Controlar la presión arterial y el azúcar en la sangre. La hipertensión y la diabetes están íntimamente relacionadas con la enfermedad renal, porque ambas son las principales causas de esta condición de salud.
- Realizar actividad física regularmente. El ejercicio ofrece muchos beneficios al organismo, y puede ayudar a controlar la presión arterial y el azúcar en la sangre.
- Beber suficiente agua. Mantenerse hidratado es esencial para la salud de cada persona en general, pero en el caso de una enfermedad renal, es de gran ayuda.
La sal, aunque necesaria en pequeñas cantidades, puede ser un enemigo silencioso para nuestros riñones. Al reducir el consumo de sodio y adoptar un estilo de vida saludable, podemos proteger nuestros riñones y mejorar nuestra calidad de vida. Si tienes alguna preocupación sobre tu salud renal, recuerda consultar a tu médico.
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