En la entrada anterior de nuestro blog, exploramos como el controlar tu presión arterial puede ayudarte a cuidar tus riñones. Hoy, continuando con la serie de las 8 reglas de oro para el cuidado de tus riñones vamos a profundizar un poco en la regla numero 4: Mantén un peso saludable. 

El mantener un peso adecuado no solo beneficia tu apariencia física, sino que también juega un papel importante en la prevención y el manejo de diversas enfermedades crónicas, incluyendo aquellas que afectan directamente a tus riñones.

¿Por qué es importante mantener un peso saludable para la salud renal?

Los riñones son órganos vitales que se encargan de filtrar la sangre, eliminar toxinas y productos de desecho, y regular el equilibrio de líquidos y electrolitos en el cuerpo. Cuando el sobrepeso o la obesidad empiezan a formar parte de tu vida, estos órganos se ven sometidos a una carga adicional que puede afectar negativamente su funcionamiento. 

¿Cómo afecta el no mantener un peso saludable a mis riñones? 

El exceso de peso corporal está asociado a un mayor riesgo de sufrir estas enfermedades que afectan a tus riñones:

Enfermedad Renal Crónica: la obesidad aumenta la presión arterial, lo que a su vez puede afectar a los vasos sanguíneos que irrigan los riñones. Además, el exceso de grasa corporal puede generar inflamación y acumulación de toxinas en estos órganos.

Diabetes tipo 2: Esta enfermedad se caracteriza por elevar los niveles de azúcar en sangre, y esta es una de las principales causas de la enfermedad renal crónica. El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de desarrollar la diabetes tipo 2.

Hipertensión Arterial: la presión arterial alta es un factor de riesgo importante para la enfermedad renal. El exceso de peso corporal contribuye a la hipertensión al aumentar el volumen sanguíneo y la resistencia al flujo sanguíneo.

¿Cómo alcanzar y mantener un peso saludable?

Lograr alcanzar un peso saludable no es una tarea imposible de cumplir. Si realizamos una serie de cambios en nuestra vida diaria poco a poco podremos ver pequeños cambios en nuestro cuerpo y, así mismo, en nuestra salud. Para lograr estos cambios se debe: 

Mantener una alimentación balanceada: elige alimentos ricos en nutrientes y bajos en calorías. Limita el consumo de alimentos procesados, ricos en grasas saturadas y trans, azúcares y sodio. Controla el tamaño de las porciones, no comas en exceso.

Realiza actividades físicas regularmente: realiza al menos 30 minutos diarios de algún ejercicio moderado, puede ser uno que disfrutes como ir al gimnasio, caminar, nadar, bailar, entre otros. Puedes iniciar poco a poco esta nueva rutina en tu vida para luego, poco a poco, ir incrementando gradualmente la intensidad y duración de los entrenamientos. 

Ten hábitos saludables: duerme lo suficiente en las noches (de 7 a 8 horas). Evita el consumo de alcohol excesivo. Aprende a manejar las situaciones de estrés de manera efectiva con técnicas como la yoga, la respiración profunda o la meditación.

Asiste a un médico especialista: habla con un nutricionista o dietista para que pueda diseñarte un plan alimenticio que se ajuste a tus necesidades y objetivos. Visita a tu médico regularmente para controlar tu peso, presión arterial y función renal. 

Es importante recordar que el mantener un peso saludable es un proceso que requiere de tiempo, compromiso y constancia. No te desanimes si durante el proceso tienes algún retroceso, lo importante es que siempre vuelvas a centrarte en alcanzar tu meta y seguir adelante. Recuerda que no estás solo, si cuentas con la ayuda de un profesional de la salud, debes recurrir a él antes de realizar algún cambio brusco, o significativo, en tu dieta.

El alcanzar y mantener un peso saludable es una inversión en ti mismo y en tus riñones. Adoptar hábitos alimenticios saludables, realizar alguna actividad física regularmente y mantener un estilo de vida saludable te ayudara a proteger tus riñones y a construir un futuro más brillante y saludable para ti y tus familiares.